Para los que no saben, cuando no estoy escribiendo esta columna, trabajo de creativo publicitario. Ese es el título. Básicamente me dedico a resolver problemas de comunicación y hacer que la gente compre cosas que no necesita. Cuestión, una mañana me llama mi jefe, mi director general creativo. Nico. -Marcha, cuchá, tomate un Cabify ya para la agencia. Tenemos una reunión con un nuevo cliente. -Pero Nico… estamos en cuarentena. -Me chupa la pija. El cliente quiere vernos cara a cara. -Pero ¿quién carajo se cree este fucking cliente? ¿El presidente de Argentina? -Justamente eso es. El presidente de la nación. Albertito. Ahora subite a un Cabify y no rompas las pelotas. Las cosas en el país no andan bien. Lo sabe Alberto, lo sabe el verdulero, lo sabe el dueño del sex shop de la esquina. Estamos en picada, en caída libre. Cada vez que hay un comunicado nacional, no hay demasiadas buenas noticias. Las malas, en cambio, son varias y se repiten. Principalmente muerte, desocupación y pobreza...
Sólo alguien de gran trayectoria tiene su propia columna. Por eso me hice la mía. La Nación, Clarín, Página 12: pueden chuparme la pija.