Dejemos algo claro. Yo no rompí la cuarentena. Eso es un crimen y es irresponsable y jamás me cagaría así en mis co-ciudadanos. Ahora, no puedo decir lo mismo del amigo de un amigo. El chabón no sólo rompió la cuarentena, sino que además escribió una columna al respecto. Me pidió que la publique yo. Es que claro, no quiere ir preso. Ésta es su columna. Escribime cuando llegues, me dice mi amigo. Vine a cenar a su casa. Hace tres meses que no nos veíamos. La calle está más picante que de costumbre, me dice, no seas boludo, escribime. Bajamos por el ascensor. Son las 2 de la mañana y hacen 8 grados. Estoy de jean y sobretodo. Mi amigo está en patas. Abre la puerta. Lindo verte, me dice. Me abraza. Salgo a la calle. Parece la escena de una película de terror clase B. No hay nadie. No hay autos, no hay gente, no hay cana. Veo esto y me acuerdo de cuando tenía 15 años y uno de los curas del colegio me dijo, todos son ateos hasta que se empieza a caer el avión. Buenos Aires a las 2 de ...
Sólo alguien de gran trayectoria tiene su propia columna. Por eso me hice la mía. La Nación, Clarín, Página 12: pueden chuparme la pija.