Alan murió el sábado antes de que yo comenzara quinto año. Ya no vivíamos en el mismo país, no hablábamos hacía años, y -siendo honesto- al final de nuestra relación no nos agradábamos mucho el uno al otro, pero aún así me angustió.
Lo había conocido 7 años antes en Paraguay. Íbamos al mismo grado. Él tenía 11 y yo 9. Esos dos años de diferencia eran porque Alan, como tantos chicos, iba más lento por la vida. Al final, se fue de ella igual de rápido.
Alan murió un 29 de febrero. Una fecha que se repite sólo cada 4 años y que fue diseñada para equilibrar el calendario solar, y quizás también para ahorrarle el recuerdo a su madre.
Para él, yo era un compañero de colegio. Para mí, él era mi mejor amigo. Pero en esos tiempos esa diferencia no importaba. Yo recién llegaba al país y como tantos hijos de diplomáticos, hice lo que pude con lo que encontré.
Mi amigo chocó en la madrugada. Manejaba un Fiat Palio. Se llevó puesto un poste de electricidad, y como si faltara algo, se le cayó el transformador eléctrico que sostenía. Recién acababa de cumplir 19 años.
En el auto encontraron a una versión desfigurada de él junto a un whisky a medio tomar. Una botella de Johnny Walker Red Label. Nunca se me cruzó por la cabeza que lo iban a encontrar con un Chivas 12 años.
Por ese hallazgo, la principal teoría de la policía era que manejaba borracho. Casualmente la última vez que lo vi también andaba en pedo.
Era de noche y estábamos en un cumpleaños. Me empujó y me dijo que era un imbécil y kurepí (lo que se traduciría a “argentino de mierda” en guaraní). Lo siguiente iba a ser una trompada, pero qué puedo decir. Yo siempre corrí más rápido que él.
Y aunque terminó así, en los momentos que fue buena, nuestra relación fue buena, y él era gracioso y buen tipo, y gracias a todo eso los primeros años allá no estuvieron tan mal, y a veces lo que no está tan mal es suficiente para estar bien.
Es por eso que todavía hay noches, como ésta, en las que me angustio y me acuerdo de mi amigo que se llamaba Alan Prous y que murió como Ayrton Senna.